No me molesta que me mientan, me molesta que me engañen. Si la persona
con la que estoy hablando , es decir mi interlocutor, me está contando una
historia que se aleja de la verdad pero que me entretiene y logra que piense en ella después de algún
tiempo, no me molesta. Ahora si mi interlocutor es de esos que mienten y no
logran ni entretener ni contar algo que valga la pena recordar más adelante así
sea irreal , me molesta, me irrita ,me parece una falta de respeto.
Cuando
tenía 16 años y acababa de recibir mi permiso para manejar hasta las 8:00pm (jamás
me imaginé que en algún momento
iba a maldecir el simple hecho de trasladarme en un vehículo) cualquier escusa era valida para sacar
el carro, una de ellas era llamar
a mi amigo Jason Rafael para ir a Kings Pizzas en el pueblo de El Hatillo. Era
un local atendido por su dueño quien se encargaba de hacer casi todo el
proceso: te recibía , preparaba las
pizzas, cobraba, y mientras la pizza se horneaba te entretenía.
Como a la hora que íbamos no había casi nadie,
podíamos disfrutar de nuestras pizzas en la pequeña barra que el escaso espacio
le había permitido anexar. La
primera vez no nos habíamos dado cuenta y ya teníamos montada una conversación con él dueño , empezó
con un cuento de que había querido
ser jugador de Béisbol profesional pero que lastimosamente una lesión lo obligó
a retirarse, y por ahí nos enganchó. ¿Y cómo no creerle? ¿Qué niño aficionado
al deporte no sueña en algún momento con convertirse en profesional?.
Volvimos a ir , pero esta ves el dueño abuso de nuestra ingenuidad, ya
se le había olvidado su ambición por jugar béisbol profesional , esta vez nos
contaba que uno de sus trabajos previos había sido en una agencia de modelaje .“Si
chamo yo era amigo de todas esas modelos , ellas eran buenísimas con uno pero
bueno tu sabes yo tengo mi esposa y había que ser serio, había que alejarse de
eso. Te lo juro”.
Ya después confirmamos que todas las cosas que decía no tenían ninguna
cercanía con la realidad. Primero porque para seguir impresionándonos tenía que
ir más allá todo el tiempo , y después porque como le ocurre a todos los
mentirosos torpes que sus mentiras se cruzan y se
contradicen. El cuento de jugador profesional lo repitió más adelante idéntico
solo que ya no era el béisbol sino el futbol , y la lesión que acabó con su carrera se trasladó de la muñeca a la rodilla.
Incluso hasta llegamos a descifrar
su modus operandi, luego de cada mentira, agregaba fulminantemente : ”Te lo
juro”. - Si mi pana yo iba directo a las grandes ligas te lo juro! -
La mentira es el único privilegio del hombre sobre todos los demás animales , decía Fiodor Dostoievsky
en Crimen y Castigo. La literatura, el cine no son más que exquisitas
mentiras , son mentiras saludables fabricadas por seres humanos; pequeñas
grandes o medianas, pero que nos nutren y al mismo tiempo nos dan herramientas
para combatir el aburrimiento de la cotidianidad, que nos impulsan a mejorar nuestra vida.
Ese tipo de mentiras no me molestan.