19 may 2013

Mamá quiero ser taxista.



             

         Me encantaría y detestaría ser taxista. Si la situación de inseguridad en mi país fuese normal ser taxista podría llegar a ser un grandioso trabajo. El esfuerzo físico es mínimo, la preocupación  es poca, la gasolina es casi gratis , se escucha mucha música y es mucho el tiempo que se dedica para realizar una extraordinaria actividad: conversar. Por otro lado el ser taxista involucra manejar, cosa que detesto profundamente; pero quien sabe si de tanto hacerlo se  pueda convertir en  algo tan inconsciente como respirar o parpadear.

       En Caracas nunca es difícil comenzar una conversación. Con contables excepciones, la única manera de que surja un incomodo silencio entre el chofer y el cliente es que alguno de los dos se declare del bando político contrarió. Que yo sea chavista y el chofer de la oposición o al revés. Pero esta regla tampoco se cumple toda las veces porque en muchas el chofer está esperando para asumir el bando político de su cliente,  de modo que aumente la propina. Solo un taxista radical se atreve a decirte yo soy  chavista.

          Superado el tema político el taxista es una persona experta en hablar. Dependiendo de la edad del chofer te contará de  su pasado o de su  futuro. Si es joven, te contará de sus aspiraciones, que quiere formar su propia empresa y que luego de unos años se comprará un yate y dejará de trabajar . Si es mayor te contará de su pasado, de que conoció en persona a Oscar de León, de como llegó a Venezuela en los setenta , que en esa época lo que uno ganaba alcanzaba como para hacer 5 mercados y que a nadie lo mataban por trabajar de noche, pero que tampoco se quiere ir a pesar de todos los problemas que atraviesa el país , que aquí la gente   y el clima son agradables. En fin , generalmente un taxista nunca escatima intimidades. Nadie le garantiza que aquel pasajero se montará de nuevo en su nave.

       Hace poco escuché a gente hablando que este país no sirve porque no puede ser que un recién graduado gane menos que un taxista o un plomero, que un profesional tuvo que dedicarle cinco años al conocimiento. Esos comentarios me parecen un poco clasistas. Seamos sinceros este país esta mal por los gobiernos que hemos tenido: regulares, malos, mediocres, pésimos, ineptos, incapaces y el  de Chavez. Quizás no se debería plantear quien gane más o quien gane menos sino que el que tenga un ingreso sea cual sea le alcance para vivir.

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